El médico veterinario, por obvias razones, no pueden preguntarles a sus pacientes cuáles son sus malestares, por lo que el sistema de diagnóstico es por eliminación, con base en la información dada por el propietario y el examen que realiza al perro, a partir de aquí propone los diagnósticos posibles y determina si requiere estudios tales como rayos x, ultrasonido, pruebas de laboratorio, etc., con toda esa información, determina la causa del problema. En ocasiones, los tratamientos son indicados antes de saber el diagnóstico exacto para proteger a la mascota.
Los dos elementos indispensables para el diagnóstico son: la historia clínica y el examen realizado por el veterinario, con esto se podrá ponderar la importancia de esa información, la historia clínica.
La historia clínica es toda información proveída por una persona que realmente conviva con la mascota, estos datos no son cuestiones técnicas, se pregunta acerca de lo más común, del día a día de nuestra mascota, mientras más detalles, más posibilidades hay de encontrar rápidamente la solución.
TODA LA INFORMACIÓN ES IMPORTANTE
En ocasiones los propietarios omiten alguna información por creer que es “demasiado tonta”, es un error grave, muchas veces el propietario únicamente nota que el perro tiene algo “raro” y esa es el punto de partida para un diagnóstico oportuno.
La “normalidad” es subjetiva, es decir depende de cada individuo, por lo que para algunos perros puede ser normal no querer moverse de su cama y en cambio para otros el no querer salir a jugar puede ser un signo inequívoco de que algo le ocurre. Esto sólo puede diferenciarlo el mejor amigo del perro.
A veces consideramos normal algo en nuestro perro por costumbre, que posiblemente no lo sea, un ejemplo muy común es el tener a un perro gordito u obeso que en realidad no come con respecto al peso que tiene. Este tipo de reflexión es importante que la realice cada propietario, para advertir enfermedades que pueden pasar desapercibidas.
LOS CAMBIOS LENTOS EN LA RUTINA
Las enfermedades progresivas en ocasiones son difíciles de notar, ya que el deterioro de nuestra mascota es paulatino y el convivir diariamente hace que perdamos la perspectiva, a veces notamos que tienen algo el perro cuando una visita nos comenta que le notó algo diferente: pérdida de peso, encorvamiento de la espalda, sedentarismo, obesidad, etc. puede llegar a un punto este problema que, por ejemplo, hay algunas personas que piensan que puede ser normal que su perro siempre tenga infecciones en oídos.
Cuando acudan a los veterinarios para segundas opiniones o consultas de enfermedades de mucho tiempo, es necesario llevar los estudios realizados por otros médicos, las recetas prescritas así como los datos de los medicamentos empleados.
¿QUÉ DEBEMOS OBSERVAR EN NUESTRO PERRO?
La cotidianidad es la importante, debemos conocer a nuestro perro y saber cuando cambia los detalles de su rutina, algunos de los puntos a observar son:
- Consumo. El volumen de agua y alimento promedio nos ayudará a identificar si come más o menos, si toma agua anormalmente, etc.
- Eliminación. Echar un vistazo todos los días a las heces y orina, podemos fijarnos en consistencia, color, olor, frecuencia, volumen, presencia de sangre, etc.
- Conducta. Cambios en interés por salir, apatía, agresividad, timidez, etc.
- Apariencia. Pérdida y ganancia de peso, encorvamiento de la espalda, crecimiento de masas, cambios en el pelaje (brillo, caída de pelo, zonas sin pelo, etc.), nariz seca.
- Salud. Presencia de vómito, diarrea, tos, estornudos, secreción nasal, etc.
- Entorno. Cambios de casa, construcciones aledañas, arribo de nuevas mascotas, cambios en la dieta, lugar de estancia, viajes de los propietarios, visitas a pensiones o escuelas de entrenamiento, etc.
CAMBIAR LA HISTORIA PUEDE CAMBIAR LA HISTORIA DEL PERRO
Como hemos visto nos son recomendables las visitas al veterinario con personas que no conviven con el perro y que no pueden aportar información, pero a veces es más peligroso que la historia clínica se oculte o se manipule, cosa que es bastante común cuando los propietarios sienten responsabilidad o culpa de algún daño a su mascota o, por pena ocultan administración de medicamentos, consumos indiscretos de alimentos, comentan que el perro se enfermó en horas y que en la mañana estaba sano. Toda esto hace que el médico tenga que trabajar a ciegas para llegar al diagnóstico y a veces es demasiado tarde.
TIPPS PARA UNA BUENA HISTORIA CLÍNICA
- Establece los consumos normales diarios de agua y alimento de tu perro.
- Observa las heces en su consistencia, color, volumen y frecuencia.
- Checa la orina de tu perro en su color, olor, volumen, frecuencia.
- Si tienes duda sobre la salud de tu perro tiene algo, haz una prueba por ejemplo ofrecerle un premio o comida que nunca desaira.
- Si tu perro comenzó con algún problema de salud, registra en un cuaderno la fecha y obsérvalo más detalladamente, si continúa el problema lleva tus anotaciones al veterinario para saber desde cuando inició.
- Si notaste algún cambio en su rutina, no te alarmes, en ocasiones es normal que un perro no quiera comer o esté un poco apático por un día.
- Los cambios drásticos en el peso de los perros no son frecuentes, si notas alguno, acude con tu veterinario rápidamente.
- Algunos cambios pueden ser graduales, por lo que percibirlos cuesta trabajo, generalmente se presentan cambios progresivos en enfermedades degenerativas como la artritis.
- Evita enviar a tu perro sin un apersona que lo conozca o haya pasado los últimos días con él, si llevó un tratamiento previo a la consulta, es importante llevar las recetas y los datos de los medicamentos empleados.
- Cuando lleves a tu mascota al veterinario lleva toda la información posible.